6.10.2004

"Un Romance con Usted", 10 de junio de 2004

10 de junio de 2004

(Bernardo Neustadt desde Miami)
Hoy es jueves 10 de junio aquí en Estados Unidos y en mi Argentina que la amo tanto, que elegí ser argentino, que elegí vivir en la Argentina y que elegí morir en la Argentina. Hay días que yo mismo cuando termino el programa digo: "cómo se ensaño hoy con los dramas, con los problemas que nos acusan". La ignorancia no tiene mucho que ver con la facultad, sino con la facultad de aprender. Podes pasar por la facultad y seguir equivocado en la dimensión de dónde va el mundo y de dónde tenemos que ir nosotros. Y luego como esos padres que a veces dicen: "¿le hago una caricia o le hago un reproche?" Se aprende sin reproches, sin contar la realidad, sin mirar a dónde estamos, a dónde vamos, yo creo que no.Emiliy Dickynson, que nació el 10 de diciembre de 1830 en Massachusets, que estudió en la Academia de Amherst y en el Seminario Femenino de Mount Holyoke, cuando cumplió 30 años se retiró a vivir como ermitaña y a escribir poesías. Tras su muerte se encontraron de sus archivos dos mil poemas, nunca los publicó. En sus escritos empleó un lenguaje sencillo, con sintaxis compleja que dibujaba imágenes intensas. Un día escribió sobre la esperanza. Eso de lo que todos hablamos, "hay que tener esperanza, hay que tener fe en todos, en Alfonsín, en Menem, en De la Rúa, en Duahlde, en Rodriguez Saa en todos, esperanza, mucha esperanza". ¿Y confianza preguntaba yo? Sobre la confianza no hay nada escrito. Ella escribió y yo quería compartirlo con ustedes el poema de la esperanza. Está dedicado a todas mis amigas, mis amigos, a todos los que no piensan como yo, los que me aman, los que no me quieren nada. Ayer en el entierro de Reagan se dijo una frase que me pareció formidable: "Fue amado y fue odiado, única manera de ser un gran líder en el mundo." Por eso el pueblo entero ayer rindió su homenaje. Paso a la poesía, esa cosa olvidada en estos tiempos metálicos:
Es la esperanza esa cosa con plumas con plumasque se posa en el alma,y sin palabras su canción entonay nunca se calla,
y más dulce se escucha en el vendaval;y poderosa ha de ser tormentaque pueda abatir al pequeño pajaritoque a tantos abrigó.
Lo he escuchado en las tierras más frías,y en los mares más extraños;mas nunca en la penuriame pidió una migaja.
¿Cómo se llama? Esperanza. La esperanza.
Y ahora quiero compartir con ustedes un momento muy especial que viví ayer en esta tierra que tiene nada más que 30 años más que nosotros. No sé si tuvieron oportunidad por CNN en español de ver el traslado de su pequeña Santa Mónica a Washington de los restos del presidente Reagan. Primera cosa que me enteré es que su mujer hizo un pedido especial al Presidente Bush y a los representantes del pueblo nortemericano para que no lo entierren en el cementerio de Amilgton donde están todos los presidentes, sino en su pequeña California a la caída del sol el viernes. Lo primero que apareció cuando llegaron a Washington fue la señora Nancy Reagan firme pero con 83 años destruida por el dolor, descendiendo de la escalinata del avión en compañía de un alto oficial muy condecorado, joven. Lo segundo que mis ojos vieron, pasaron muchas cosas, fue un caballo oscuro donde colgaban las botas de Ronald Reagan. Botas ya sin sus piernas, el caballo que se fue después como partiendo del mundo... impresionante. Delante el féretro, detrás el caballo hasta que llegaron al Capitolio y el caballo siguió su marcha en soledad, como que se iba de este mundo, y las botas. Por las calles, ella en un coche oscuro sola, el aplauso, y lentamente con lo poco que le queda de vida por que lo acompañará pronto, un leve saludo de mano. Miraba el cortejo fúnebre, las miles de flores, la gente, "te quiero ver, abuelo", le dijo un chiquito ¿Y usted que quiere Bernardo? Yo lo que quiero es que a un Presidente argentino, antes de que me vaya yo, lo entierren así. ¿Y Perón Bernardo? Sí, pero la procesión no estaba acá, allí estaban todos , todos. Y Reagan que, como le pasa a los grandes líderes, se lo amó y se lo odió, pero ninguno dejó de reconocer "Qué Presidente", y él contestó "No está mal, nada mal".Hoy está en el Capitolio y lo están velando, y se calcula 230.000 personas pasarán a verlo, debido al tiempo. Otros chicos tenían carteles que decían "Quiero verte". Otros joven, "Gracias abuelo". En todas las escuelas norteamericanas se explicó durante dos horas, quién era, cómo era, qué hizo el Presidente Reagan. Cuando le preguntaron a alguien que estaba ahí, que sabe más que yo "¿porqué lo velan en el Capitolio y no en la Casa Blanca?", le contestaron "porque no entraría tanta gente". "¿Y por qué lo odiaban?", y porque llegó al poder y Estado Unidos estaba en una de las mayores crisis económicas, debía todo en 1981, y entonces terminó con todos los subsidios. ¿Pero cómo hizo? Simplemente bajó los impuestos . Se cobraba 53% de cada 100 dólares que uno ganaba a los que daban trabajo para permitir los subsidios. Cuando bajó los impuestos la recaudación pública bajó y no pudieron dar más subsidios. Terminó el llamado "Estado de bienestar" que era de malestar. Millones de personas se sintieron afectadas. Como si a los piqueteros les dijeran mañana "se terminó el subsidio a los piqueteros". No lo pueden amar. Lo comprendieron tal vez ayer, después. El país creció como consecuencia de esa decisión de que el que no trabaja no come, y trabajo había. Después a los que ya no encuentran, está bien, pero no a todos, no todo gratis. No quería tener funeral de Estado, no pudo conseguir eso, pero sí que lo entierren en California. Yo sé, a mi me impresionó mucho cuando ella se acercó ya para despedirse e irse, y acarició suavemente como una mujer toca la espalda de su amor acompañada del Presidente de los Estado Unidos. Lo llamé a Alejandro Orfila ayer. Le pregunté cómo era, dijo: "Fue un nacionalista de tiempo completo, yo lo conocí mucho porque era Secretario de la OEA." Alejandro Orfila, por si usted no sabe, es un argentino que nació en Mendoza que llegó a la más altas profesiones del mundo: embajador ante Naciones Unidas, Secreatario General de la OEA, embajador en los Estados Unidos. Fíjese qué curioso, tuvo que abandonar la embajada de los Estados Unidos cuando se casó con una norteamericana. Hoy vamos a mandar a España, como embajador argentino, a un señor que aceptó la nacionalidad española. Orfila me contaba que tuvo muchas dificultades porque le tocó un tiempo en que el señor Reagan no quería al comunismo en el mundo, entonces intervenía directamente los países latinoamericanos. Lo que tenía de bueno es que lo recibía, terminó siendo amigo de él.Ayer, mientras avanzaba el cortejo, ni una pancarta, sólo la bandera norteameicana. Alguien gritó: "Dios te bendiga" y la gente comenzó a aplaudir, qué bárbaro. Me enteré también que dos policías que cuidaban el Capitolio desde hacía cinco años fueron asesinados y cuando Reagan se enteró ordenó que los velaran en el Capitolio, a donde se velan a los Presidentes.¿Y usted por dónde lo vio? Yo por la televisión latina, por la CNN en español y por momentos me tuve que ir a la CNN en inglés, porque la televisión latina, en un momento clave de dolor interrumpía para pasar avisos y la americana no. ¿Son importantes los símbolos en Estado Unidos? sí, Dios me libre, ¿y las instituciones? Dios me libre. Uno de los discursos que más me emocionó lo pronunció el Presidente del Senado: "La rueda sigue girando. Reagan tenía paciencia eterna, y esperanza eterna, Estados Unidos también". Dijo cosas inolvidables: "No es el Gobierno el que logra las hazañas, las cosas grandes, sino el pueblo. Hay que darle libertad a la gente para que realice cosas grandes, esa es la única manera de terminar siendo un buen Presidente, que se quede con menos gobierno y más pueblo." Después el Presidente de la Cámara de Representantes dijo otras palabras de Reagan: "El Gobierno es la solución, nosotros somos la solución." Fue un hombre que alteró la historia, por eso lo amaron y los odiaron. Cuando asumió dijo a la sociedad: "Trabajaré, lucharé como si todo dependiera de mí, pero ustedes también." Y cuando se retiró de la presidencia y vio todo lo que había hecho dijo: "Después de todo no está tan mal, no está nada mal." Había ofrendas florales de los tres poderes con un escrito que decía "La nación le dice hasta pronto".En fin, tenía un gran sentido del humor, logró darle dignidad a los Estado Unidos frente al mundo, y cuando ya se estaba terminando la jornada un sacerdote oró por Nancy Reagan y la familia, les pidió fuerzas, dijo: "No se olviden que Reagan decía siempre: No hay que mirar el pasado, la gloria está por venir, vamos a ser mejores y a estar mejor en el futuro, sólo los hombres ordinarios puede hacer cosas extraordinarias. Más pueblo, menos Gobierno". Fue una ceremonia que tocó mi alma, y me permitió creer que después de una guerra de secesión con millones de muertos, después de 50 millones de muertos en Europa por la Segunda Guerra Mundia, la esperanza subsiste, la Argentina sobrevivirá a todos los mandatos, pero como decía ayer Clara Mariño: "Es una sociedad que tiene gente que no sale en los diarios, en las revistas, en las radios, que soporta el odio y los enfrentamientos de quienes los gobiernan." El Presidente Kirchner antes de irse a dormir dice que los va a doblegar, recuerde la palabra, "doblegar".
Bernardo Neustadt

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