19 de julio de 2004
Yo estoy todavía con la imagen desgarradora del ataque, de la herejía, del desastre visual y físico de la toma del Gobierno porteño. En todos los canales del mundo, por supuesto en los norteamericanos que estuve viendo el fin de semana, en la RAI, en la CNN, en la televisión francesa, se repitieron las imágenes de la agresión consentida a una de las instituciones que es del Gobierno Porteño. "Esto", decían los extranjeros, "es una agresión consentida", yo pregunté cómo si en realidad no tiene sentido, y me explicaron que es consentida por el Gobierno. "Esto es como si lo hiciera el Gobierno". Porque o el Gobierno retiró la mirada de la Argentina y no ve lo que pasa, o lo consiente. Y como es un gobierno nacional y popular, esas puertas, esos cristales, esos seres humanos que estaban adentro, tenían que sufrir lo que pasaba mientras Kirchner decía por ahí, por lo lejos, por la Patagonia: "Yo soy patagónico, a mí no me van a llevar por delante, voy a seguir diciendo lo que quiero", y arriesgando con alguna humildad: "si alguien me da una respuesta, yo reprimir no voy a reprimir, pero si alguien tiene una solución yo la acepto". Esas imágenes recorrieron el mundo. No ya para que lo vieran los inversores, esto es lo que piensa el mundo de la Argentina. Porque a veces la corrupción no se ve, pero el desastre humano, la anarquía se mira y se ve. Terminada de mostrarse esas escenas que ni en África se ven, esa cobardía con apoyo del Gobierno, donde bándalos entre prostitutas, piqueteros y travestis, como otros días tomaban Repsol, el Ejército, el Casino, Mc Donald´s, ¿qué imagen quieren que den de la Argentina? ¿De país prospero? Después de esas escenas venía el décimo aniversario de la voladura de la Mutual Judeo-Argentina. Durísimo. Pero en realidad ¿era el décimo aniversario de la Mutual Judía más grave que la voladura de la Argentina en general? No sé si pusieron una bomba o dos, pero acá pasó una cosa gravísima. Además de que de pronto los piqueteros y los amigos del Gobierno han tomado la calle, en nombre del hambre, del dolor y de la pobreza, el Gobierno lo consiente. No voy a comparar todavía a Délía y a Castells, que expone a su mujer en Noticias con tapado de piel mientras habla de la pobreza, no los voy a comparar con los guerrilleros terroristas del '76 que tanto ama Kirchner, no, no no. Voy a poner en su lugar las dos situaciones. En aquél momento el miedo, la bomba, eran normales, pero por lo menos en frente había un gobierno que lo resistía. Voy a simplemente decir que una cosa es tener delincuentes, asesinos y en frente encontrar a alguien que diga: "repriman, acciones, contengan", y otra cosa es encontrar a alguien que diga: "no hagan nada, bajen las armas, dejen que hagan lo que tienen que hacer porque se van a cansar". Pero no se cansan con el dolor de los argentinos, con el miedo de los argentinos, de los extranjeros, de los inversores. La gente ya está cansada de esta gestión amparadora, de que nos violen, nos maten, nos roben, nos ocupen las calles. Va a ver lo que da la encuesta, salvo que la clase media argentina se haya quedado sin sangre en la venas. Es grave siempre el terrorismo, la inseguridad, el asalto constante, el robo, siempre es grave. Pero de pronto el Gobierno tiene armas, formas de disuasión, cárceles, pero el Presidente dice: "que alguien me de la solución", yo no tengo inconveniente. Una solución sería por ejemplo decían los expertos, tener policías sin armas con gases lagerántes que no afecten la salud, hay gases laxantes también que se llaman La Pulga, hay métodos, hay agua como la del otro día. ¿Qué quiere el señor Kirchner, que mañana tomen un country? ¿Qué más va a esperar para encontrar la solución? Que lo llame a Chávez, a Fidel Castro a ver por qué a Fidel Castro no le pasa eso. Porque no dura un minuto el exterminio, o usted no piensa que en Cuba no hay ganas de salir a la calle y tomar. A nado tienen que salir para llegar a Estado Unidos, no sé. Aquí dicen en Estados Unidos que no se recuerdan actos de esta naturaleza en el mundo sin prevención, con apogeo permanente y que el Gobierno haya hecho la vista gorda. El Gobierno acepta y aprueba sus métodos. Si el Presidente quiere tiene métodos sin que nadie muera, aunque ya hay muertos de confianza, muertos de angustia, muertos de miedo, muertos por la inseguridad, zonas liberadas por la policía por donde pasan los piqueteros. Qué pena. Hay una forma actual de exterminio que es el miedo. El miedo se siembra de abajo, aquí se está sembrando de arriba, los que siembran el miedo tienen acceso instantáneo a la Casa de Gobierno, es con el apoyo y la complicidad del Gobierno que pasa esto, pensar de otra manera es perder el tiempo. ¿Pero usted se anima a decir esto? Sí, sí, lo dicen ellos: "no actuar, no reprimir, no contener, dejar hacer". ¿O no es así? ¿O usted sale a la calle y sabe que alguien lo está cuidando? ¿quién? Dios. Fíjese que hasta Ibarraha reaccionado, dijo que así no se puede seguir y él es socio del Gobierno. Luego el cachetazo de ver a la mujer de Castells en la tapa de Noticias semidesnuda que dice llorar por los pobres. Estuvo posando dos horas para la producción, ¿dónde estamos?. La señora de Kirchner anuncia que va por meses a Boston seguramente a estudiar inglés y después a la Habana. Yo le aconsejo que levante el teléfono, hable con Fidel Castro y le pregunte cómo hacer para no tener manifestaciones en contra. Que le mande el mail con las fotos de las cárceles cubiertas de opositores, en un mail que diga cómo reprimir suavemente, él le va a explicar seguramente, es un maestro. ¿Usted pide ayuda? Aquí se la damos muy humildemente.
Bernardo Neustadt
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