22 de septiembre de 2004
Bernardo Neustadt desde España
Buen día Argentina.
Aquí puedo en cualquier lado de España dormir con la puerta abierta, puedo saber que el final de mi vida va a ser una jubilación que me permita vivir con decencia. Y si no me permite vivir con decencia por lo menos que no me obligue a ser indecente. Por todos lados, aquellos que no tienen familia se ve: `Casa para personas mayores´, o frente a un mar, o frente a un río, o frente a una belleza. Lo viejo no se tira por la ventana como en la Argentina, se los respeta hasta el final. En ese mundo quiero vivir. No quiero vivir en un mundo donde Rodríguez Zapatero diga ayer en Naciones Unidas que el terrorismo es la consecuencia del hambre en el mundo. Porque se ha probado, y ayer lo vi en la televisión española, que en el mundo hay más o menos 700 millones de personas que tienen hambre. Yo quiero hacer algo para sacarles el hambre, pero hay 5 mil millones que comen, que se esfuerzan que trabajan. Yo no quiero vivir en un mundo donde al señor Beckham la compañía Gillette le paga 61 millones de euros por raparse el pelo, no es Sansón, ¿no es cierto? Si yo pienso que el que inventó gillette debe a lo mejor muerto de hambre y con su máquina le cortaron el pelo. No quiero esa injusticia de una persona, un médico que se levanta, que estudia, que trata de salvar vidas. Que ve su vida consumirse a lo mejor, en una prepaga argentina, o en un a prepaga del mundo, y resulta que tiene que leer en el diario, y ver como le cortan en pelo al señor Beckham. Me parece que ese mundo que hoy se ve, a lo mejor sucedía antes, hoy se ven a través de las cámaras, y las cámaras se deleitan. Ustedes son pobres, miren este señor que por cortarle el cabello cobra 61 millones de euros. Entonces ¿para qué voy a estudiar, para qué voy a trabajar? Yo creo que ese mundo no me gusta. Les pido perdón a todos los modernosos. A los que creen que hay que hacer todo nuevo en el mundo, no me gusta. No me cansaré de decir que algún día fui abierto, que además ayudé a formar un mundo gris. Hoy lo quiero blanco y negro otra vez. Esto es terrorismo, esto es paz, esto es violencia, esto es amor. ¿Comprenden? Entonces cuando veo que el Presidente de la Argentina va a las Naciones Unidas, donde tiene que hablar de otros temas, y se pone a quejarse del banco que le prestó la plata a los argentinos para que vivieran su festín y no la quieren pagar. Los argentinos tendríamos que pensar por qué tenemos mala imagen en el mundo. No es porque nos hagan mala imagen, es porque la tenemos. Nosotros mismos decimos que Menem fue un corrupto, que el señor Presidente actual no puede encontrar los 500 millones de dólares que mandó fuera del país, que tiene un señor que le lava el dinero y sale en las revistas, que el señor Duhalde dice la señora Carrió que es un mafioso, que los senadores, los legisladores y los jueces son todos corruptos. Eso lo decimos nosotros de nosotros. Entonces, no nos quejemos cuando vamos por el mundo y comienza la conversación así: Soy argentino, y por respuesta tenemos "qué lástima, ¿qué les pasó a ustedes?". Cuando un día fuimos capaces de matar el hambre a España.
En fin, empecé diciendo que este mundo no me gusta, que hago lo posible para cambiarlo en soledad absoluta, que no puedo seguir viviendo para mí sin pensar en usted. Que hago todo este esfuerzo a los ochenta años, porque creo que tenemos salida.
Bernardo Neustadt
.....................................................................................................
Si desea enviar un mensaje a Bernardo Neustadt puede hacerlo escribiendo a bernardo.neustadt@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario